MAGDALENAS SIN AZÚCAR, DE PACO ARENAS





Hay libros que pasan por nuestras manos y dejan un eco que escucharemos aún después de años y años de haberlos leído. Son historias que parecen abrirse en canal para remover algo dentro de nosotros. Magdalenas sin azúcar  (Letrame, 2018) es una de ellas.  El amor, la libertad, la familia, la tierra, el dolor; todos estos temas están intrínsecamente ligados a eso que nos hace humanos. Una historia que nace y se desarrolla en un lugar y tiempos concretos, pero que posee una universalidad asombrosa. Una historia escrita para tocar a todos aquellos a los que nos late el corazón.




PACO ARENAS

Paco Arenas (España, 1959), o Paco Martínez, es un gran conversador. Tuve la oportunidad de charlar con él hace algunas semanas y antes de leer sus magdalenas. Apasionado de la lectura, de la escritura, de la lengua española, de  la tierra, de su tierra. Un autor hecho a sí mismo, una persona incansable. Muy activo en Facebook y en su blog, Los renglones de Paco Arenas,  donde comparte con sus seguidores reflexiones sobre la actualidad y sus aventuras de caballero castellano-manchego por el mundo de la literatura. 

Fue finalista del Premio Nadal con 26 años. Tras un parón de casi treinta años volvió con ganas de comerse al mundo, y lo está logrando. En 2015 publica su primera novela, Los manuscritos de Teresa Panza (Ediciones Hades), historia narrada en primera persona por la hija de Sancho Panza, escudero de Don Quijote. Ya va por la quinta edición. En 2016 publicó Caricias Rotas (C.Space), novela cuyo tema central es la violencia de género. También tiene un libro de poesía: Pisando barro, soñando palabras (2017). Y por si esto fuera poco, ha editado al español actual dos clásicos de la literatura: La Celestina y El Lazarillo de Tormes.

Creo que falta muy poco para que Paco Arenas se convierta en un fenómeno literario. Su talento a prueba de balas, y la gran acogida que está teniendo Magdalenas sin azúcar, lo llevarán a muy buen puerto. La novela está ahora mismo en proceso de traducción al francés, una gran noticia. Yo le auguro un futuro maravilloso. 





EL LIBRO

«Las personas que aparecen tan solo buscan vivir en paz, sin mentiras ni secretos que ocultar. Sin embargo, la realidad cotidiana y sobre todo las circunstancias que la envuelven, más que su propia voluntad, determinan sus vidas, provocando que tengan secretos y mientan, incluso a las personas que más aman. Los personajes evolucionan psicológicamente a lo largo de la novela de manera sorprendente, están vivos».

(Fragmento del prólogo de Jaime Flores en 'Magdalenas sin azúcar').

Magdalenas sin azúcar narra las vidas de dos almas, Felipe y María, que unen sus caminos en uno de los momentos más duros de la historia de España, la Guerra Civil. Es también la historia de los seres que les acompañarán en el camino, de sus aliados y enemigos. Es la historia de una tierra, a veces hermosa, a veces trágica, pero conectada a la voluntad, a la sangre y a los corazones de unos personajes maravillosos creados por un autor que sabe de lo que habla y que describe con gran detalle el entorno rural en que se desarrolla gran parte de esta novela. Juncos, el pueblo de Felipe, es un espejo que devuelve la imagen de una realidad en tantos y tantos lugares de la geografía española durante la Guerra Civil y la dictadura franquista.

Es sencillo escribir y leer la palabra libertad, pero luchar por ella, conservarla, esa es la tarea titánica a la que nos enfrentamos cada día. Este libro es un recordatorio de lo que cuesta, del sufrimiento que han padecido tantas personas por el simple hecho de ser distintas, de ser pobres, de ser mujeres, por el hecho de soñar, de leer  o de expresarse. 

«Todos tenemos miedo, pero no todos somos cobardes. Si hay que nadar se nada y si hay que ahogarse por defender el barro que pisamos, nos ahogamos».

La vida de las mujeres y los roles que desempeñaron en aquellos años tan duros es otro de los aspectos importantísimos de este libro. Personajes femeninos fuertes que cargan con el peso de una realidad que oprime, que duele y que, en muchos casos, destroza. Pienso con tristeza cuántas Marías, Claras, Antonias, Casildas..., cuántas mujeres soportaron y padecieron lo mismo que ellas. Cuántas historias de lucha y dolor se han evaporado en el tiempo y el olvido. Este libro es un homenaje a todas ellas, un reconocimiento que la historia les debe.

El amor — ese sentimiento de posibilidades infinitas—, la sororidad, la esperanza, la fraternidad y los sueños, son las armas con las que nuestros personajes enfrentan las vicisitudes. A través de saltos en el tiempo, de sus historias, de los lazos que los unen, cerraremos el círculo y descubriremos el significado de las magdalenas. El autor tuvo el detalle de hacernos un índice cronológico de los capítulos, pero te aseguro que no hará falta consultarlo. La historia fluye, todo encaja de manera natural.    

Uno de los aspectos que quiero resaltar es la Ciudad de Cuenca a la que Paco Arenas nos transporta. Para mí fue como hacer un viaje en el tiempo. El recorrido, las imágenes, los momentos. Cualquiera que haya visitado o viva en Cuenca, sentirá en su piel cada detalle. Por cierto, en este blog (cuando se llamaba Huelemoles) hay una entrada sobre un viaje que realicé a tan increíble lugar. Puedes leerla haciendo click aquí.

Estas magdalenas —o panquecitos, como decimos en mi pueblo— son un manjar literario que te recomiendo degustar. Aquí te dejo los sitios donde puedes adquirirlo:


Amazon España

Cuenca


Ibiza


Valencia:




México:


Estados Unidos:


Colombia:



Ya sea de un bocado, o a mordisquitos, espero disfrutes de estas Magdalenas sin azúcar tanto como yo. 

Voraces lecturas para todos.
























SÁBADO CRIMINAL: VLC NEGRA 2018



¿Qué tendrá el género negro que mueve a tantas personas  un sábado por la tarde para rendir ofrenda a sus autores? Esta pregunta flota en el aire del festival Valencia Negra 2018. Estoy segura que cada uno de nosotros tiene una gran respuesta.  

El 5 de mayo fue un día importante para el festival. La presencia de autores de la talla de Benjamin Black, Bernard Minier, Franck Thilliez, José Carlos Somoza y Jorge Eduardo Benavides, fue el gran aliciente que llevó a los lectores hasta el Centro Cultural Bancaja. El género negro sigue vivito y coleando, más interesante y rompedor  que nunca.


José Carlos Somoza, Eduardo Almiñana y Jorge Eduardo Benavides



Abrimos tarde con dos escritores que compartieron su experiencia y anécdotas en el oficio. La reflexión sobre la novela negra fue uno de los temas centrales de la charla. Para José Carlos Somoza, la fascinación por estas historias sirve como una forma de conjurar los males de la realidad. Por su parte, Jorge E. Benavides habló sobre el futuro y lanzó la pregunta de hacia dónde llevarán las nuevas tecnologías al género. Ambos son optimistas respecto a la buena salud que gozan estas historias, no solo en la literatura; el cine y la televisión aportan obras de gran calidad que se convierten en verdaderos fenómenos mundiales.

José Carlos Somoza (Cuba, 1959) presentó en enero el libro El origen del mal (Ediciones B), thriller y novela histórica, basada en la vida del militar falangista Víctor Martinez Simancas. Jorge Eduardo Benavides (Perú, 1964) ganó hace poco el XIX Premio Unicaja de Novela ‘Fernando Quiñones’, por El asesinato de Laura Olivo (Alianza Editorial, 2018), novela negra ambientada en el mundo editorial. 


Franck Thilliez, Ramón Palomar y Bernard Minier


Francia llegó con todo al VLC Negra. Dos de los máximos exponentes no faltaron a la cita: Bernard Minier y Franck Thilliez. Nos hablaron de  su trabajo, de las cosas que les inspiran. En el caso de Thilliez, aspectos como la ciencia y la tecnología forman parte de su sello personal. Minier —el autor número uno en Francia— habló de la importancia que tiene la geografía en sus obras. Ambos coincidieron en señalar que tienen un país enorme y rico en historias, más allá de ese otro mundo llamado París; lugares que inspiran buenas tramas policiacas. 

Franck Thilliez (Annecy, 1973) presentó en 2017 Pandemia (Planeta), el libro más reciente de la serie Sharko. Epidemias, tráfico de órganos y un tic- tac incesante. Noche (Salamandra, 2018), es el libro más reciente de Bernard Minier (Béziers, 1960). El detective Martin Servaz vuelve a lo suyo en esta entrega.

Berna González Harbour y Benjamin Black/John Banville


Lo joya de la corona de la tarde-noche fue la presencia de Benjamin Black a.k.a John Banville. Uno de los autores más respetados, aclamados y queridos. Premio Príncipe de Asturias 2014 y eterno favorito para el Premio Nobel de Literatura. Y aunque visitó Valencia en calidad de Benjamin Black —seudónimo con el que firma sus novelas negras—, John Banville también estuvo presente y para muestra nos habló del libro que está escribiendo, cuya trama se desarrolla en Venecia, y claro, de La señora Osmond (Alfaguara, 2018), su libro más reciente. Fan de hueso colorado de Henry James, nos dio montones de razones para leer —o releer— al autor. Se nos pusieron los dientes largos con La señora Osmond

Como Benjamin Black —aunque siempre volviendo a Banville—, uno de los temas fue la relación entre Black y Banville. Al primero lo considera un artesano, y al segundo, un aspirante a artista. Benjamin Black nació del encargo de un guión para una serie de televisión. La serie no llegó a buen puerto, pero dio paso a una serie de libros conocida como La serie Quirke y a varias novelas independientes. 

Una hora de conferencia que dio para hablar de muchos temas: la desafortunada decisión de la Academia Sueca de no conceder este año el Premio Nobel de Literatura debido a los escándalos de abuso sexual; la sorpresa de la llegada al poder de Donald Trump; el idioma gaélico y su belleza poética... Dicen en mi pueblo que 'todo cabe en un jarrito sabiéndolo acomodar', y es verdad, porque también hubo espacio para las risas y las bromas: John Banville tiene un gran sentido del humor.

Los libros más recientes de Benjamin Black (Irlanda, 1945) son: el séptimo de la serie Quirke, Las sombras de Quirke (Alfaguara, 2017); Pecado (RBA, 2017), novela independiente, y Prague Nights (DK, 2017), aún sin edición en castellano.





Quiero destacar el papel de los autores Eduardo Almiñana, Ramón PalomarBerna González Harbour como presentadores de las conferencias. Hicieron un trabajo excelente siendo la voz del público. Y por supuesto, todo el agradecimiento del mundo a los organizadores.

VLC Negra aún no termina. Si vives o andas por Valencia, checa el programa en la página web (haz click aquí).  De verdad, no te lo pierdas.

Muy pronto subiré las reseñas de algunos libros de estos grandes escritores y aprovecharé para contarte más detalles. Mientras tanto, sigamos disfrutando de estos días de festival. 

¡Larga vida al VLC Negra! 

Que tengas unas negras y criminales lecturas...

LA DETECTIVE MIOPE, DE ROSA RIBAS





Rosa Ribas (El Prat de Llobregat, 1963) es una de mis escritoras españolas favoritas. Tiene una forma muy especial de contar historias y una sensibilidad única para crear personajes y situaciones. Nunca me cansaré de recomendar sus libros. 

La autora fue una de las grandes invitadas al Valencia Negra del año pasado, además de ganadora del premio Mejor Novela VLC Negra 2017 por Azul marino (Siruela, 2016), obra de la que comparte autoría con Sabine Hofmann. También tuve la oportunidad de asistir a su conferencia  Más grandes que la vida: los personajes, organizada para el ciclo Literatura al Magnànim, en la Biblioteca Pública de Valencia. Disfruté muchísimo ambos eventos y aprendí cosas realmente valiosas sobre el proceso creativo, la construcción de personajes y los retos de la escritura.   






ROSA RIBAS

«En octubre de 2010 publiqué La detective miope. Con un nuevo personaje, la detective Irene Ricart, que no inicia una serie. Quien ha leído la novela sabe por qué. Ya sé que hay que quererlas a todas por igual, pero tengo que confesar que esta novela le tengo un especial afecto».
(Web oficial de la escritora Rosa Ribas) 


Doctora en Filología Hispánica por la Universidad de Barcelona, debutó en el mundo de la novela con El pintor de Flandes (Roca, 2006). En 2007 entra de lleno —y por la puerta grande— en el género de la novela negra con Entre dos aguas (Umbriel), ganadora del Premio Brigada 21 a Mejor Novela Negra, y primer libro de la serie Cornelia Weber-Tejedor. Con anuncio (Viceversa, 2009) y En caída libre (Viceversa, 2011) fueron los siguientes. En Si no, lo matamos (Grijalbo, 2016), la comisaría regresa después de cinco años para un caso más. La editorial DeBolsillo ha reeditado todos estos libros, incluyendo La detective miopeSu obra ha sido traducida a varios idiomas.

Junto a Sabine Hofmann escribió la Trilogía de los años 50 o Trilogía de los años oscuros. Don de lenguas (Siruela, 2013), El gran frío (Siruela, 2014)  y Azul Marino, son los  libros que la componen. 

Otras novelas de Rosa Ribas que no deberías perderte: Pensión Leonardo (Siruela, 2015), Miss Fifty (Reino de Cordelia, 2015), La luna en las minas (Siruela, 2017) 
—ganadora del premio Letras del Mediterráneo 2017— y Emma (Black & Noir, 2017), novela negra por entregas.

Su versatilidad como escritora no se queda solo en el plano de la narrativa. Desde 2017 es columnista en El periódico. Puedes leer sus artículos haciendo click aquí.

Ribas vive en Alemania desde 1991. La influencia de aquel país en algunas de sus historias forma parte de su sello. Cornelia Weber-Tejedor es una comisaria de origen hispano- alemán. En La luna en la Minas, Joaquín, el joven protagonista, emigra a Alemania para trabajar en la minas de carbón. Barcelona también es otro de sus escenarios favoritos, un escenario que conoce como  la palma de su mano y al que nos lleva gracias a esa pluma que fluye y nos atrapa. 

En esta ocasión quiero hablarte de La detective miope (Viceversa, 2010), una novela negra muy particular. 


LA NOVELA

«Irene Ricart ha perdido el marido, la hija, la cordura y, casi casi, la vista. Y aun así se toma la vida con un característico humor que la ayuda a seguir viva, a aguantar el tiempo necesario para encontrar al asesino de su familia. Sabe cómo, lo ha leído en la portada de una revista cuyo titular parece una revelación: «¿Sabes que entre tú y cualquier persona en el mundo hay como mucho seis grados de separación?». Y así es: sólo tiene que encontrar la relación de las personas que la separan de quien acabó con la vida de sus dos seres queridos».

Es la propia Irene la que nos cuenta cómo fue que su mundo se derrumbó y cómo intentó levantarse de entre los muertos para poner cara a quienes se lo quitaron todo.  Para ello, nuestra detective privada deberá volver a la acción y centrarse en lo suyo mientras carga con el peso del dolor. No será una tarea fácil, y menos cuando las dioptrías aumentan tan rápido. Pero Irene Ricart no es una detective cualquiera, eso podemos percibirlo desde las primeras páginas. El dolor la ha dotado de otro tipo de vista, de una lucidez especial. 

Dicen que el dolor transforma, y en el caso de la protagonista de La detective miope la frase se cumple. Sus pensamientos no solo viajan a otra velocidad; sus pensamientos van en una carretera desconocida y en sentido contrario. Y es a través de ellos que los lectores nos mantendremos atentos al viaje, que sufriremos y disfrutaremos del trayecto. Esta es una novela para lectores voraces. 

El dolor otorgó a Irene Ricart una lucidez que inquieta y una sensibilidad que parece abarcar la totalidad de las cosas. Estos elementos son la sal y la pimienta que dan sabor a esta historia y la convierten en una novela negra diferente. Rosa Ribas es una autora experta en crear personajes con alma, seres complejos que hablan al universo en un lenguaje  propio, particular y bello. 

«…en la clínica aprendí que para muchos el lamento y la queja son formas de vida. Y no hay que quitarle a la gente aquello que da sentido a su existencia».


Pequeños casos que dan forma al gran caso. Personajes peculiares y situaciones extrañas. Piezas en un rompecabezas que no encajarían sin la mente de la detective para dar forma y sentido a todo aquello; sin la fortaleza de un corazón roto que sobrevive gracias su propia lógica.

Una cosa que me encanta de las novelas del género negro es descubrir los métodos que aplican los policías o investigadores para resolver crímenes y misterios. En el caso de Irene Ricart  es una mezcla explosiva de inteligencia, instinto, oficio y un sentido casi sobrenatural de observación, una especie de sinestesia que le permite  relacionar conceptos, acciones y personas. La perdida gradual de la vista hace que el resto de sus sentidos se disparen. 

La pluma de Rosa Ribas no tiene límites. Sus historias la han convertido en una de las grandes escritoras de novela negra española, pero ha demostrado que su talento trasciende al género con historias tan entrañables como La luna en las minas. Acercarse a su obra es un placer que nadie debería perderse. Yo estoy más puesta que un calcetín para seguir explorando y emocionándome con su trabajo. Espero que tú también.

Un saludo y felices lecturas. 










TRILOGÍA BERLINESA, DE PHILIP KERR: VIOLETAS DE MARZO (LIBRO 1)





Se fue pronto Philip Kerr (Escocia, 1956). El 23 de marzo, a los 62 años, dejó este mundo uno de los grandes de la novela negra. Un personaje, Bernie Guntherbastó para engancharnos a una serie libros que, deseábamos, fuese infinita.    

El año pasado acaba de leer Una investigación filosófica (Anagrama, 2015) —novela ajena a las conocidas series de Kerr, novela extraña y fascinante— cuando me enteré de la presencia del autor en el Valencia NegraEsas coincidencias de la vida... 

No tengo salvo palabras de agradecimiento para los organizadores del festival porque fue una tarde increíble. Kerr habló de un montón de cosas. Crítico con el tema del BREXIT, creía en una Europa abierta, inclusiva. No compartía en absoluto la decisión del Reino Unido de salir de la Unión EuropeaTambién habló de literatura, de la serie Bernie Gunther —fenómeno editorial como pocos—, y  como no, de futbol. Porque cuando un autor dedica una serie de libros, la serie Scott Manson, al mundo del futbol, y se confiesa fan del Arsenal, imposible no hablar de futbol. Fue una tarde estupenda, así la recuerdo yo, y creo que así la recuerdan todos los que tuvieron la oportunidad de estar allí. 

En unos días volveremos a disfrutar de una nueva edición del Valencia Negra. Seguramente la figura de Philip Kerr será recordada. Y a los lectores, los que lloramos su pérdida, nos quedará el consuelo de poder leer próximamente las dos últimas novelas que escribió para la serie Gunther: la edición al castellano de Prussian Blue (Quercus, 2017), que saldrá a la venta en junio, y Greeks Bearing Gifts (Quercus, 2018), novela publicada en Reino Unido el 3 de abril, ya de forma póstuma, pero aún sin fecha de lanzamiento en nuestro idioma. 

Esperaremos...





VIOLETAS DE MARZO

En 2010 RBA Libros lanzó la edición titulada Trilogía berlinesa que recoge las tres primeras novelas de la saga de Bernie Gunther: Violetas de marzo, Pálido criminal y Requiem alemán. El libro que aparece en la cabecera de esta entrada es la reedición del 2017. En un principio la serie Bernie Gunther fue concebida como una trilogía: Berlin Noir (Trilogía Berlinesa). Sin embargo, y debido al éxito, la historia del detective alemán continuó con la publicación en 2006 de Unos por otros (RBA Libros, 2007). Otras novelas vinieron más tarde: Una llamada misteriosa (2009), Si los muertos no resucitan (2009), Gris de campaña (2011), Praga mortal (2012), Un hombre sin aliento (2014), La dama de Zagreb (2016) y El otro lado del silencio (2017).  

He decidido reseñar por separado cada uno de los libros que componen La trilogía berlinesa. Creo que cada uno merece su propio espacio.


LA NOVELA

«“Violetas de marzo” nos sitúa en la ciudad de Berlín en el año 1936. El régimen de horror del Tercer Reich empieza a materializarse en una Alemania cada vez más sumida en el odio, el racismo y el hambre de venganza. Desde su privilegiado lugar como investigador privado, Bernie Gunther es testigo de cómo día a día la sociedad berlinesa se encuentra más a merced de las “violetas de marzo”, los nuevos fieles del todopoderoso Partido Nacionalsocialista. En el momento en el que recibe el cometido de investigar la muerte de un alto cargo de las SS y recuperar un collar de diamantes que le ha sido robado, Gunther ni siquiera es capaz de prever que un caso a priori sencillo le llevará hasta las más altas esferas del nazismo y las luchas internas por el poder, en un contexto en que el país se dispone para la celebración de los Juegos Olímpicos y ante la oportunidad de comenzar, de un momento a otro, la conquista de Europa».

Bernie Gunther siempre será uno de los detectives más queridos de la literatura. Crítico, incapaz de cerrar la boca  —aunque le apunten con una pistola o lo muelan a palos—. Un superviviente con un olfato de primera  para resolver misterios y con una capacidad impresionante para meterse en problemas. Mujeriego, irónico, mordaz... Nadie puede resistirse a sus cuestionables encantos y al estilo con el que nos narra sus andanzas. 

Bernie posee su propio código ético: flexible y adaptable a la necesidad de salvar el pellejo. Eso sí, sus razones son siempre mucho más justas que las de los uniformados que vitorean la grandeza de la  patria y del  führer. Al detective no le tiembla la lengua si tiene que decirle un par de cosas a una de las figuras más representativas del régimen nazi. Siempre luchando para seguir siendo una mente libre en medio del caos. Conocer a este ex-policía convertido en detective privado es una gran razón para leer Violetas de marzo, pero no la única. 

Hacer un viaje en el tiempo al Berlín de aquellos días  —que Kerr conocía y describía como nadie— es otra de las razones para acercarte a este libro. Recordemos que la historia se desarrolla en los primeros años del régimen nazi, cuando aquello parecía una olla de presión a punto de explotar. La vida de la gente en Alemania se convertía rápidamente en un «sálvese quien pueda». Los Juegos Olímpicos estaban cerca y el país necesitaba un lavado de cara para consolidarse como “gran potencia” a ojos del mundo. Pero detrás de la megalomanía, de los uniformes, las insignias y condecoraciones, detrás de la exaltación a la patria, detrás de esa ciudad repleta de mármol, se escondía un mundo sórdido, corrupto y violento, un mundo terrible; los bajos fondos en los que nuestro detective tendrá que meter la cabeza —y el cuerpo entero— para resolver algo más que un crimen.

  
«Eso era Berlín bajo el gobierno nacionalsocialista: una casa enorme y llena de fantasmas, con rincones oscuros, escaleras tétricas, sótanos siniestros, habitaciones cerradas y una buhardilla llena de poltergeists sueltos, arrojando libros, cerrando puertas de golpe, rompiendo cristales, gritando en medio de la noche (…) Pero la mayor parte del tiempo solo se tapaban las orejas, se cubrían los ennegrecidos ojos y trataban de hacer como si no pasara nada malo».

Violetas de marzo es divertida y aterradora a partes iguales. Divertida porque es difícil no soltar alguna risa ante los comentarios irónicos y mordaces de Bernie Gunther, porque tiene un ritmo que atrapa y no quieres parar hasta llegar a la conclusión de tanto embrollo, porque las descripciones de la ciudad de Berlín, de la gente, de la época, te hace sentir que estás allí. Lo aterrador viene cuando somos conscientes del paralelismo entre aquellos días y la actualidad. La corrupción política, el radicalismo o los continuos ataques a la libertad de expresión, son aspectos con los que convivimos todos los días y a los que les hemos otorgado cierta normalidad. Es espeluznante comprobar que no hemos cambiado demasiado, que nos siguen dando y seguimos tragando las mismas quimeras. A veces me pregunto hasta dónde seremos capaces de llegar esta vez.

«No por cantar a voz de cuello te conviertes en un patriota. El problema con esos mierdas nacionalsocialistas, especialmente los jóvenes, es que piensan que tienen el monopolio del patriotismo».  

«—No sabía que te interesara la política —dije.

—No me interesa. Pero ¿no es así como Hitler resultó elegido: demasiada gente a quien no le importaba una mierda quién gobernara el país?».

Philip Kerr legó al género negro una obra que resistirá el paso del tiempo, que se enfrentará al futuro con la misma frescura de sus primeros años, que emocionará a los frikis de la novela negra, a los amantes de la novela histórica, a curiosos y recién llegados al mundo de la lectura.  

El viaje por la Trilogía berlinesa continúa, no lo olvides. Próximamente publicaré las reseñas de Pálido Criminal y Requiem Alemán, y conoceremos un poco más sobre este increíble y gran autor.


Descanse en paz.  

PURGA, DE SOFI OKSANEN





Hace años intenté leer Purga (Salamandra, 2011) —o eso creí—, pero no fui capaz de terminar el primer capítulo. Recuerdo incluso aquellas páginas que  tenían que ver con una isla y con unos barcos. Retomé el libro hace una semanas con la esperanza de, ahora sí, no quedarme dormida entre islas y barcos. Benditas confusiones.

Me equivoqué de libro. Siempre asocié el nombre de Purga a aquel otro, al de los barcos. Quizás adquirí ambos al mismo tiempo, supongo. Así que la sorpresa fue grande pero positiva. Comencé a leer con muy pocas ganas, pero con la idea de darle una segunda oportunidad. Cuando descubrí mi error, mi bendito error, que en este libro no hay ni barcos ni islas, pero sí una historia de esas, de las que sacuden y  tocan muy profundo, me di cuenta de la joya que tenía perdida entre los montones de lecturas que se me acumulan por todos los lados.  

Purga es un libro inmenso en muchos sentidos, y Sofi Oksanen (Finlandia, 1977), una escritora alucinante.  





© 2018 Sofi Oksanen


SOFI OKSANEN

Es, junto a Katja Hettu —tienen que leer La comadrona (Alfaguara, 2014)—, una de las escritoras finlandesas  contemporáneas más reconocidas a nivel internacional. Dio el salto con Las vacas de Stalin (451 Editores, 2008) y Baby Jane (sin edición en castellano), sus dos primeras novelas, pero ha sido Purga, obra traducida a casi cuarenta idiomas, la joya de la corona en su carrera. Norma (2015), su novela más reciente, ya arrasa en muchos países. Esperemos ver pronto la edición en nuestro idioma.

Ha sido primera mujer finlandesa en obtener el Premio Nórdico de la Academia Sueca, conocido como pequeño Nobel. La lista de galardonados es una buena referencia si buscas grandes autores de aquellas latitudes. Tomas Tranströmer, ganador del Premio Nobel en 2011, Guðbergur Bergsson, también se lo han llevado a casa.

Muy activa en las redes sociales, comprometida hasta la médula en causas políticas y sociales, a Sofi Oksanen no le tiembla el pulso a la hora de expresar sus opiniones. De ascendencia estonia —su madre nació en aquel país—, novelas como Purga y Cuando las palomas cayeron al suelo (Salamandra, 2013), son la muestra del enorme compromiso que la autora ha adquirido  con Estonia y con su historia. Para ella es muy importante la gran tarea de recuperar la identidad de un país dividido y maltratado ideológicamente durante tanto tiempo.
«Algunos autores solo quieren entretener personas, y no hay nada malo en ello, pero en lo que a mí respecta, una autora no comercial, creo que Hollywood ya se ha encargado de la industria del entretenimiento»
(Sofi Oksanen. La Vanguardia, 16/03/2018)





LA NOVELA

«En una despoblada zona rural de Estonia, en 1992, recuperada la independencia de la pequeña república báltica, Aliide Truu, una anciana que malvive sola junto al bosque, encuentra en su jardín a una joven desconocida, exhausta y desorientada. Se trata de Zara, una veinteañera rusa, víctima del tráfico de mujeres, que ha logrado escapar de sus captores y ha acudido a la casa de Aliide en busca de una ayuda que necesita desesperadamente. A medida que Aliide supera la desconfianza inicial, y se establece un frágil vínculo entre las dos mujeres, emerge un complejo drama de viejas rivalidades y deslealtades que han arruinado la vida de una familia».

Lo que comenzó como una obra de teatro, escrita por la misma Oksanen, y presentada en el Teatro Nacional de Finlandia en  2007, pronto se materializaría en esta novela ganadora del Premio de Literatura del Consejo Nórdico, del Femina (Francia) y del Premio Finlandia.

Pero vayamos a la historia…

Detrás de Purga no solo hay horas y horas de trabajo  e investigación; también están aquellas historias familiares contadas en secreto; la experiencia personal de la autora ante dos formas de vida completamente distintas, y la enorme responsabilidad que ha asumido desde su trinchera, la pluma, para dar voz a aquel momento de la historia.
Cuando Oksanen era niña y visitaba a sus abuelos maternos en Estonia, el país vivía bajo el régimen soviético y la comunicación con su familia siempre estuvo condicionada por las reglas de  aquel sistema y por el miedo a la palabra "Siberia". En las entrevistas o conferencias que da por el mundo, Estonia sigue siendo un tema del que se le pregunta y del que habla con esa franqueza que la caracteriza. 

«A pesar de los problemas de la Unión Soviética y las víctimas, uno de los aspectos en el que estoy más interesada es el de los efectos mentales; es un sistema de lavado de cerebro. Incluso ahora que Estonia es un país europeo, podemos hallar pequeñas huellas de esa mentalidad soviética; lleva años, muchos años, lograr que cambien estos aspectos del alma de los ciudadanos y también los valores de la sociedad»
(Sofi Oksanen. El País, 26/02/2011


Saltando en el tiempo —desde los recuerdos de los días de la ocupación alemana, pasando por los años del régimen soviético y los inicios de la década de 1990—, conoceremos la vida de dos mujeres y las razones por las que han llegado a donde están. Víctimas de sus circunstancias, y conectadas más allá de aquel momento en que se encuentran; ambas cargan con el peso de una historia de dolor, separación, conflicto y enfrentamiento; resultado de años de maltrato, miedo y violencia.

Son cuatro los puntos en los que ahonda esta novela: la mujer, la gran perdedora de todos los conflictos políticos e ideologías radicales; la aniquilación de la identidad de un pueblo; la lucha por la supervivencia y el enorme peso de la reconstrucción. A través de una historia que parece ahondar en lo más íntimo y personal de la vida de dos mujeres, logramos conectar con aspectos enormes de una realidad histórica.

Entender el dolor, mirar con nuestros propios ojos la magnitud de las heridas, es posible gracias a la cercanía que mantendremos con Aliide, Zara o Hans

Oksanen no limita su escritura a una descripción directa y gráfica de los hechos, a pesar de la crudeza de algunos momentos. Ella se toma su tiempo, se centra en los detalles, nos conduce lentamente por recuerdos, acciones y emociones que hacen más vívida la historia. Personajes como Aliide, nos arrancan de esa cómoda superioridad moral  que, creemos, nos dan el tiempo y la distancia.

«No debía alardear demasiado de sus dotes, el orgullo era el fin de todos los remedios y la humildad el comienzo de cada uno; el silencio, su fuerza» 

Pero el poder y la grandeza de Purga no se quedan solo en el papel. La novela fue adaptada al cine por el director Antti Jokinnen. Éxito arrollador. Fue la película más vista en Finlandia durante varias semanas y también la elegida para competir en la carrera de los Oscar en la categoría de Mejor película de habla no inglesa. Si quieres ver el trailer, haz click aquí.

Bajemos un momento a los infiernos de la tiranía y contemplemos con nuestros propios ojos la larga sombra que proyecta sobre las vidas de quienes la padecen. Dejemos que esta autora entre en nuestro sistema y nos agite, que remueva un poco dentro de nosotros. Leer no es solo el acto de pasar la vista por conjuntos de letras; leer es descubrir el mundo, y el mundo también se ha hecho con dolor y violencia. La memoria es un acto de justicia.







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